jueves, marzo 02, 2006

NUEVO GOBIERNO: FORTALECIMIENTO DE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Y AGENDAS DE RESPONSABILIDAD PÚBLICA

Reproducimos este artículo y lo sometemos al debate ciudadano.

por Jorge Osorio Vargas, Director Ejecutivo Fundación Ciudadana para las Américas

Es clave que el nuevo gobierno desarrolle una política de fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) sobre la base de crear y desarrollar en el país agendas de responsabilidad pública que resitúen el rol de las asociaciones ciudadanas y las organizaciones de la sociedad civil y la relación Estado-sociedad civil. Las organizaciones de la sociedad civil deben asumir una “visión país” y reflexionar acerca de sus capacidades en cuanto sector líder de un cambio social y cultural. Para ello es preciso comprender el desarrollo de las organizaciones de la sociedad civil considerando tanto las transformaciones del contexto como de los marcos conceptuales adecuados para entender su fenómeno.
Sabemos que existen variadas visiones acerca del significado de la emergencia del llamado “tercer sector” o “sector solidario” durante la segunda mitad del siglo pasado. Los estudios disponibles a nivel mundial plantean diversos enfoques de análisis: unos se orientan a la reconstrucción del discurso de los actores del tercer sector; otros miran el impacto del trabajo de las organizaciones de la sociedad civil como productoras de servicios sociales; están los estudios que analizan a las organizaciones de la sociedad civil como aquellas que revinculan los profesionales y el mundo popular bajo nuevos paradigmas; distinguimos también los análisis que consideran a las OSC como movimiento cultural y ético; otros enfoques las analizan como ámbito de nuevos \n saberes sociales; también se estudian como articuladoras de nuevas plataformas sociales globales o como activistas de una nueva forma de practicar la ciudadanía mundial y monitoras de los compromisos de los gobiernos \n suscritos en reuniones internacionales, etc.En el gobierno del Presidente Lagos no fue posible promover una política de participación ciudadana moderna. Es preciso reconocer avances, pero no fuerton suficientes para generar un cambio en el modo de desarrollar la gestión pública junto a la ciudadanía. Hubo un déficit en el diseño de políticas de fomento de la iniciativa social en materias de interés público dado que el tipo de democracia que se practicó estuvo más cerca de un estilo precautorio que de un estilo proactivo.

Sabemos que existen variadas visiones acerca del significado de la emergencia del llamado “tercer sector” o “sector solidario” durante la segunda mitad del siglo pasado. Los estudios disponibles a nivel mundial plantean diversos enfoques de análisis: unos se orientan a la reconstrucción del discurso de los actores del tercer sector; otros miran el impacto del trabajo de las organizaciones de la sociedad civil como productoras de servicios sociales; están los estudios que analizan a las organizaciones de la sociedad civil como aquellas que revinculan los profesionales y el mundo popular bajo nuevos paradigmas; distinguimos también los análisis que consideran a las OSC como movimiento cultural y ético; otros enfoques las analizan como ámbito de nuevos saberes sociales; también se estudian como articuladoras de nuevas plataformas sociales globales o como activistas de una nueva forma de practicar la ciudadanía mundial y monitoras de los compromisos de los gobiernos suscritos en reuniones internacionales, etc.En el gobierno del Presidente Lagos no fue posible promover una política de participación ciudadana moderna. Es preciso reconocer avances, pero no fuerton suficientes para generar un cambio en el modo de desarrollar la gestión pública junto a la ciudadanía. Hubo un déficit en el diseño de políticas de fomento de la iniciativa social en materias de interés público dado que el tipo de democracia que se practicó estuvo más cerca de un estilo precautorio que de un estilo proactivo.
Lamentablemente las organizaciones de la sociedad civil tampoco pudieron construir un contrapeso significativo en las decisiones sobre políticas sociales por razones ya conocidas y que están bien descritas en el estudio que comentamos. En el inicio del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet creemos que una política para el fortalecimiento las organizaciones de la sociedad civil pasa por reconocer al menos los siguientes aspectos:
- Necesidad de ampliar la democracia participativa para hacer más legítima la política institucional.
- Requerimientos de una nueva concepción de gobernabilidad democrática que
reconozca la iniciativa social existente en las redes de \n asociaciones ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil.
- Necesidad de establecer un compromiso del gobierno y las asociaciones ciudadanas, que implique \n inversión en participación ciudadana y en la gestión de innovaciones desde programas ejecutados por organizaciones de la sociedad civil.
- Establecimiento de nuevos instrumentos de trabajo entre Estado y organizaciones de la sociedad civil (OSC) para intervenir temas o territorios de manera global: esto implica conversaciones en torno a agendas estratégicas, respeto de las autonomías de las asociaciones, existencia de autoridades públicas responsables de generar políticas de fortalecimiento de estas asociaciones y nuevos instrumentos de financiamiento y evaluación recíproca; articulación de la inversión en \n participación ciudadana con las políticas educativas y \n culturales. ".

Lamentablemente las organizaciones de la sociedad civil tampoco pudieron construir un contrapeso significativo en las decisiones sobre políticas sociales por razones ya conocidas y que están bien descritas en el estudio que comentamos. En el inicio del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet creemos que una política para el fortalecimiento las organizaciones de la sociedad civil pasa por reconocer al menos los siguientes aspectos:
- Necesidad de ampliar la democracia participativa para hacer más legítima la política institucional.
- Requerimientos de una nueva concepción de gobernabilidad democrática que reconozca la iniciativa social existente en las redes de asociaciones ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil.
- Necesidad de establecer un compromiso del gobierno y las asociaciones ciudadanas, que implique inversión en participación ciudadana y en la gestión de innovaciones desde programas ejecutados por organizaciones de la sociedad civil.
- Establecimiento de nuevos instrumentos de trabajo entre Estado y organizaciones de la sociedad civil (OSC) para intervenir temas o territorios de manera global: esto implica conversaciones en torno a agendas estratégicas, respeto de las autonomías de las asociaciones, existencia de autoridades públicas responsables de generar políticas de fortalecimiento de estas asociaciones y nuevos instrumentos de financiamiento y evaluación recíproca; articulación de la inversión en participación ciudadana con las políticas educativas y culturales.
- Reconocimiento de la importancia de generar alianzas para una nueva cultura democrática que implique asumir temas de relevancia global: nuevas tecnologías y trabajo; educación permanente de las personas adultas, desarrollo ambientalmente sustentable y gestión participativa de los territorios y ecosistemas; ampliación de la democracia mediante la incorporación del ejercicio participativo y de una educación ciudadana que habilite con más capital cívil la convivencia ciudadana.

• EN SÍNTESIS, el fortalecimiento de la identidad de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) implica asumir:La renovación del pensamiento social y la búsqueda de nuevas maneras de relacionar ética y política desde prácticas solidarias y democráticas. La renovación o el cambio en las instituciones públicas. El establecimiento de una sociedad activa entre gobierno y Tercer Sector para movilizar recursos para generar un cambio en la relación de las personas con la democracia y la ampliación de la ciudadanía social. Inversión en educación y desarrollo cultural potenciando nuevos escenarios sociales (más allá de la escuela). Fortalecimiento de los emprendimientos sociales generados por las asociaciones ciudadanas. Generación de redes de información y aprendizajes y fortalecimiento de instituciones productoras de conocimientos de innovación social.

- Reconocimiento de la importancia de generar alianzas para una nueva cultura democrática que implique asumir temas de relevancia global: nuevas tecnologías y trabajo; educación permanente de las personas adultas, desarrollo ambientalmente sustentable y gestión participativa de los territorios y ecosistemas; ampliación de la democracia mediante la incorporación del ejercicio participativo y de una educación ciudadana que habilite con más capital cívil la convivencia ciudadana.•







Movimiento de convergencia ciudadana en defensa de la cultura y la identidad de los espacios locales.

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