domingo, mayo 21, 2006

Scuola Italiana degradada




Resulta incomprensible que grandes cadenas comerciales se apropien y destruyan edificios emblemáticos de la ciudad para instalar allí sus negocios

Miguel Teulada Font, diseñador gráfico, Concón
(22/05/06)

¿POR QUÉ HEMOS de aceptar la destrucción de un edificio de incuestionable valor arquitectónico e histórico como es la actual sede de la Scuola Italiana? Es indudable que para transformar el sitio en un Homecenter se conservará a lo sumo su fachada y serán borradas las letras en altorrelieve que la identifican.

La Avenida Pedro Montt posee decenas de sitios con edificaciones de escasa relevancia arquitectónica que bien podrían servir para instalar un supermercado como el propuesto por el grupo de Inversiones Falabella. ¿Por qué se elige entonces un hito arquitectónico de la ciudad para emplazar otro negocio de esta cadena? Ya cayó bajo la picota el interesantísimo Cine Valparaíso, que tenía, como se recordará, bellos bajorrelieves gigantes coloreados en su sala.

Del edificio de la Compañía de Gas de Valparaíso, que en conjunto con sus antiguas e interesantes plantas productoras de gas de carbón hubiese sido conservada como una joya en otras latitudes, sólo quedan algunos elementos de la fachada. Se permitió esta discutible intervención sin tomar en cuenta que al otro lado de la calle está la Casa Central de la Universidad Católica de Valparaíso, Monumento Nacional con el cual se complementaba perfectamente tanto espacial como estilísticamente.

El supermercado Santa Isabel a un costado de la Iglesia de la Matriz es sin duda un proyecto bien intencionado, pero erróneo. Me pregunto, sólo por dar un ejemplo, si en Madrid se permitiría que la multitienda hispana "El Corte Inglés" comprara un edificio de la Plaza Mayor de esa ciudad, para erigir en ese lugar una tienda con falsas ventanas y lo peor, instalar el logotipo de la empresa en la fachada que da hacia dicha plaza.

¿Cuál será el afán que lleva a estas empresas a apropiarse de nuestros edificios valiosos y de nuestros espacios urbanos para destruirlos sin el menor remordimiento? No me opongo a la llegada de los comercios de gran superficie a la ciudad, pero es inaceptable que ello implique la destrucción de nuestro patrimonio arquitectónico. Se hace notoria la falta de un organismo técnico que evalúe el destino de nuestras edificaciones valiosas, y no sólo las del casco patrimonial. En su inexistencia, espero que al menos la Municipalidad sepa detener este nuevo atentado a nuestra maltratada ciudad.

Roza lo irracional el que se construyan altas torres de departamentos en la Avenida Errázuriz, y también en otros lugares. Con ellas se rompe la escala urbana y se tapa la vista hacia el mar de todo lo que esté detrás de esas construcciones, pero ése es otro tema.




Movimiento de convergencia ciudadana en defensa de la cultura y la identidad de los espacios locales.

2 comentarios:

Periodismo Independiente,Tribuna ciudadana dijo...

¿Qué pensará el Embajador de Italia de esta medida?
¿Alguién le habrá informado de este despropósito?

Anónimo dijo...

Veo que no solo en Madrid la Scuola Italiana tiene problemas serios.

La ausencia de las instituciones italianas, junto a la corrupción de muchos de sus representantes en el extranjero (menos mal que hay notables excepciones), tiene efectos deleterios sobre esta escuela tan prestigiosa.

Roberto Volpi
Madrid

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